Añadido | Jue, 04/11/2021 |
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Дата публикации | Mié, 03/11/2021
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Los científicos han identificado lesiones óseas características por las cuales se puede determinar que una persona o animal fue asesinado por un rayo. Los resultados del estudio fueron publicados por la revista científica Forensic Science International Synergy.
"Descubrimos cómo la corriente de decenas de miles de amperios actúa sobre los tejidos vivos. Como resultado, fue posible identificar un conjunto único de microfracturas y otros daños que surgen dentro de los huesos después de que pasan por ellos una descarga de rayos", dijo Hugh Hunt, investigador principal de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica), uno de los autores del estudio.
Se estima que cada año los rayos se cobran la vida de varios miles de personas en todo el mundo. Es difícil estimar este número con mayor precisión, ya que un número significativo de incidentes de este tipo ocurren sin testigos y lejos de las principales localidades. Además, la gran mayoría de las víctimas de los rayos viven en países en desarrollo de África, donde a menudo simplemente no se las considera.
Hunt y sus colegas se preguntaron si los huesos de las víctimas de rayos podrían distinguirse de los humanos y animales que murieron en incendios u otros desastres naturales para complementar estadísticas similares.
Para responder a esta pregunta, los científicos crearon un simulador de rayos en el laboratorio, que puede producir descargas de electricidad a corto plazo en decenas de miles de amperios. Este indicador es notablemente más bajo que el amperaje máximo de los rayos reales, pero aún permite determinar los efectos de una descarga eléctrica sin destruir completamente una muestra de tejido vivo.
Los científicos prepararon varios cortes de huesos humanos y varios animales y rastrearon cómo actuaban sobre ellos los rayos artificiales. Se examinaron con un tomógrafo computarizado y un microscopio electrónico y determinaron cómo la estructura y las propiedades del tejido óseo cambiaron después de pasar por una descarga de electricidad.
Resultó que después de un rayo, se formó un patrón único de microfracturas y otras lesiones óseas. Por ejemplo, en la mayoría de las muestras estudiadas, Hunt y sus colegas encontraron grietas radiales que emanaban del centro de las células óseas, así como un gran número de huecos entre ellas.
Los científicos encontraron un patrón similar de daño en los huesos de jirafas salvajes que murieron por un rayo hace varios años. Hunt y sus colegas creen que esto confirma la verdad de sus hallazgos y permite el uso de una característica similar de los huesos para determinar con qué frecuencia los humanos y los animales mueren a causa de accidentes similares.
Patrones de microtraumas inducidos por el paso de una corriente inducida experimentalmente en el hueso humano (centro) y un caso conocido de un rayo natural mortal en una jirafa joven (abajo). La muestra de control (intacta) es visible en el panel superior.
Crédito: Patrick Randolph-Quinney / grupo de investigación forense, Universidad de Northumbria, y Tanya Augustine y Nicholas Bacci, Facultad de Ciencias anatómicas, Universidad de WITS
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