| ID | #1686564047 |
| Añadido | Lun, 12/06/2023 |
| Autor | July N. |
| Fuentes | |
| Fenómenos | |
| Estado | Estudio
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Datos iniciales
En octubre de 1654, sucedió que después de que un tal Alexander Agnew, un mendigo valiente y fuerte, que luego fue ahorcado en Dumfries por blasfemia, amenazó a la familia de Gilbert Campbell con hacer daño por no recibir la limosna que exigía.
El mencionado Gilbert a menudo se vio obstaculizado en el ejercicio de su vocación, ya que todas sus herramientas de trabajo estaban rotas, algunas cortadas y, sin embargo, no podía saber cómo se había hecho este daño. Tal molestia duró hasta mediados de noviembre; en este momento el Diablo llegó con nuevos y extraordinarios ataques, lanzando piedras en las puertas y ventanas y hacia abajo a través de la cabeza de la chimenea. Había muchos de ellos y fueron abandonados con gran fuerza, pero, por la Providencia de Dios, no había una persona de la familia había sufrido o habría sufrido daños como consecuencia de ello.
Esta nueva y pesada Molestia hizo que el Sr. Campbell se lo contara al sacerdote de la parroquia y a algunos otros vecinos y amigos que hasta ahora había soportado en secreto. Sin embargo, a pesar de esto, sus problemas aumentaron; porque poco después, a menudo se encontró con sus hilos cortados como tijeras y su bastón roto; y no solo esto, sino también sus túnicas cortadas de la misma manera, incluso cuando las llevaban, sus abrigos, sombreros, medias, zapatos, pero no podían entender cómo y qué. Sólo Dios quería salvar sus rostros para que no se causara el menor daño.
Sin embargo, por la noche, querían la libertad de dormir, algo se acercaba y les quitaba la ropa de cama y la ropa interior, dejando sus cuerpos desnudos.
Hasta ahora lo han tolerado en secreto.
Luego se abrieron sus cofres, y todas las cosas en ellos estaban dispersas aquí y allá. Del mismo modo, las partes sobrevivientes de las Herramientas de trabajo fueron llevadas y escondidas en agujeros y agujeros de la casa, donde apenas se podían encontrar. Sea cual fuere el trozo de tela o de enseres domésticos que se encontrase en alguna parte de la casa, se lo llevaron, lo cortaron y lo estropearon tanto que los dueños se vieron obligados a quitarlo todo a toda prisa y a transportarlo para descansar en la casa de al lado, y el propio jefe de familia se vio obligado a abandonar el ejercicio de su vocación, por lo que sólo él mantenía a su familia.
Sin embargo, decidió quedarse en la casa por un tiempo. En este momento, algunas personas, no muy prudentes, le aconsejaron que enviara a sus hijos para verificar lo que estaba sucediendo. Sin embargo, durante 4 o 5 días después, no hubo ataques notables como antes.
Después de que el Diablo incendió dos veces la casa de este pobre hombre, y la gente de la familia sufrió muchas pérdidas, como cortar sus abrigos, tirar Pitts, tirar césped y feals del techo y las paredes de la casa, y robar sus ropas y perforar su piel con alfileres, el Presbiterio designó un día para una humillación solemne que parece haber causado cierta impresión en Satanás, porque poco después encontró voz.
El lunes 12 de febrero, los miembros de la familia comenzaron a escuchar una Voz que les hablaba, pero no podían entender exactamente de dónde venía. Sin embargo, desde la noche hasta la medianoche, se mantuvieron muchas conversaciones vanas con el Diablo, y surgieron muchas preguntas ociosas y audaces sin el debido temor de Dios que debía estar en sus almas en una prueba tan rara y extraordinaria.
El ministro, al enterarse de esto, fue el martes a la sala acompañado de varios Caballeros, quienes, después del final de la oración, escucharon una Voz que hablaba desde debajo del Suelo, desde debajo de la cama, en un adverbio local, hablando:
"Si conoces a las Brujas de Glenlus, las llamaré".
El mencionado Gilbert informó que uno de ellos había muerto hace mucho tiempo. El diablo respondió:
"Es cierto que murió hace mucho tiempo, pero su Espíritu vive con nosotros en Paz".
El ministro respondió diciendo:
"El Señor te reprenderá, Satanás, y te silenciará; no debemos recibir ninguna información de TI, no importa cuán gloriosa sea la persona; solo estás tratando de seducir a esta Familia, porque el Reino de Satanás no está dividido en sí mismo".
Luego, el Diablo y el ministro tuvieron la más obscena discusión, y ambos se golpearon mutuamente con textos de las Escrituras; y la visita del hombre Santo no fue útil, ya que todas sus molestias regresaron hasta que el pobre Campbell volvió al presbiterio; este órgano ordenó la humillación solemne en todos los confines del Sínodo. Fue en febrero, y la persecución de Campbell disminuyó gradualmente hasta abril, cuando se detuvo por completo, y así continuó hasta agosto.
Alrededor de este tiempo, el Diablo comenzó con nuevos ataques y, tomando la carne preparada que había en la casa, la escondió en los agujeros de las jambas de las puertas, y a veces la escondió debajo de la cama, y a veces entre la cama y debajo de los linnen, y finalmente se la llevó completamente lejos, de modo que no quedaba nada más que pan y agua para vivir.
Después de eso, aplicó su ira y crueldad a todos los miembros de la familia, cansándolos por la noche, moviéndose y moviéndose por la casa para que no tuvieran descanso del ruido que duró todo el mes de agosto después. Después de eso, el Diablo se puso aún peor y comenzó con un gruñido terrible y voces horribles, por lo que ningún hombre podía dormir en la casa por la noche, y a veces les molestaba con el lanzamiento de piedras.
Noticias originales
During the 17th Century an incident linked to poltergeist like activity in Glenluce became was recorded and published by Glasgow’s first Professor of Mathematics and demonologist, George Sinclair (died 1696) in his 1685 work, ‘Satan’s Invisible World Discovered’. The story has of course been retold many times and the account below appeared in ‘The Devil In Britain And America’ by John Ashton (1896) (with some minor amendments to some spelling).
It happened in October 1654, that after one Alexander Agnew a bold and sturdy Beggar, who, afterwards, was hang’d at Dumfries, for Blasphemy, had threatened hurt to Gilbert Campbell’s family, because he had not gotten such an Alms as he required; the said Gilbert was oftentimes hindred in the exercise of his Calling, all his working Instruments being, some of them broken, some of them cut, and yet could not know by what means this hurt was done. Which piece of trouble did continue till about the middle of November; at which time the Devil came with new and extraordinary Assaults, by throwing of Stones in at Doors and Windows, and down through the Chimney head, which were of great quantity, and thrown with great force, yet by God’s good Providence, there was not one Person of the family hurt, or suffer’d damage thereby. This piece of new and sore Trouble did necessitate Mr. Campbell to reveal that to the Minister of the Parish, and to some other Neighbours and Friends, which, hitherto, he had endured secretly. Yet notwithstanding this, his Trouble was enlarged; for, not long after, he found oftentimes his Warp and Threads cut as with a pair of Scissors, and the Reed broken ; and not only this, but their Apparel cut after the same manner, even while they were wearing them, their Coats, Bonnets, Hose, Shoes, but could not discern how, or by what means. Only, it pleased God to preserve their Persons, that the least harm was not done. Yet in the Night-time they wanted liberty to Sleep, something coming and pulling their Bedclothes and Linnens off them, and leaving their Bodies naked.
Next, their Chests and Trunks were opened, and all things in them strewed here and there: Likewise the parts of the working Instruments that had escaped, were carried away, and hid in holes and bores of the House, where hardly they could be found again : Nay, whatever piece of Cloth or Household stuff was in any part of the House, it was carried away, and so cut and abused, that the Good-man was necessitated, with all haste and speed to remove, and to transport the rest to a Neighbour’s House, and he himself compell’d to quit the Exercise of his Calling, whereby only he maintained his Family. Yet he resolv’d to remain in the House for a season. During which time some Persons thereabout, not very judicious, counselled him to send his Children out of the Family, here and there, (to try whom the Trouble did most follow, assuring him that this Trouble was not against all the Family, but against some one Person or other in it) whom he too willingly obeyed. Yet for the space of 4 or 5 Days after, there were no remarkable assaults, as before.’
After the Devil had twice set this poor man’s house on fire, and the persons within the family suffering many losses, as the Cutting of their Coaths, the throwing of Peits, the pulling down of Turf and Feal from the Roof and Walls of the House, and the stealing of their Apparel, and the pricking of their Flesh and Skin with pins, the Presbytery set apart a day for a solemn humiliation, which seems to have had some effect upon Satan, for soon after he found a voice.
Upon Monday the I2th of February, the rest of the Family began to hear a Voice speak to them, but could not well know from whence it came. Yet, from Evening to Midnight, much vain Discourse was kept up with the Devil, and many idle and impertinent Questions proposed without that due Fear of God that should have been upon their Spirits, under so rare and extraordinary a Trial. The Minister hearing of this, went to the House upon the Tuesday, being accompanied with some Gentlemen, who, after Prayer was ended, heard a Voice speaking out of the Ground, from under a Bed, in the proper Country Dialect, saying, “Would you know the Witches of Glenluce, I will call them”, and so related four or five Persons Names, that went under an evil report. The said Gilbert informed the Company that one of them was dead long ago. The Devil answered, “It is true, she is dead long ago, yet her Spirit is living with us in the World”. The Minister reply’d, saying: “The Lord rebuke thee, Satan and put thee to silence we are not to receive any Information from thee, whatever Fame any Persons go under; thou art but seeking to seduce this Family, for Satan’s kingdom is not divided against itself”.
Then the Devil and the minister had a most unseemly wrangle, both battering each other with texts of Scripture ; and the holy man’s visit did no good, for all their annoyances returned, until poor Campbell again appealed to the Presbytery; which body ordered that a solemn humiliation should be kept through all the bounds of the Synod. This was in February, and Campbell’s persecutions gradually decreased till April, when they altogether ceased, and so continued till August.
‘About which time the Devil began with new Assaults, and taking the ready Meat that was in the House, did sometimes hide it, in holes by the Doorposts, and at other times did hide it under the Beds, and sometimes among the Bed cloaths, and under the Linnens, and at last did carry it quite away, till nothing was left there save Bread and Water to live by. After this he exercised his Malice and Cruelty against all the Persons of the Family, in wearying them in the Night time, with stirring and moving through the House, so that they had no rest for noise, which continued all the month of August after this manner. After which time the Devil grew yet worse, and began with terrible Roarings and terrifying Voices, so that no Person could sleep In the House In the Night-time, and sometimes did vex them with casting of Stones, striking them with Staves on their Beds, In the Night time, and upon the (?) of September about Midnight, he cryed out with a loud voice: I shall burn the House: and, about 3 or 4 nights after, he set one of the Beds on Fire, which was soon extinguished without any prejudice, except the Bed Itself, and so he continued to haunt them.’
As suggested above the haunting was blamed on the begger Alexander Agnew (known as the ‘Devil of Luce’) who is said to have brought about the events after cursing Campbell after his lack of charity. Agnew was hanged in Dumfries for blasphemy after saying ‘there was no God but salt, meal and water’.
Hipótesis
Investigación
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