ID | #1540895473 |
Añadido | Mar, 30/10/2018 |
Autor | July N. |
Fuentes | |
Fenómenos | |
Estado | Estudio
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Datos iniciales
El lunes, 8 de marzo de 2004, alrededor de las 21:30, steve Никлин y su amigo iban a través de la granja de Northicote. Cuando llegaron a la antigua aldea de tudor, estaban profundamente conmovidos vistas diabólica criatura, situado en la punta de la cercana alto de un pino.
Según Никлина, la criatura era humanoide en la forma grisáceo гоцвета y cerca de siete pies de altura.
Никлин dijo:
"Tenía dos piernas y los estados con las alas neumáticas de membrana. Sus manos parecían estar relacionados con alas. él era un poco similar a la de птерозавра.
Él volvió la cabeza y miró a nosotros. Nos dimos cuenta de esto, porque era la luna llena y las brillantes luces de la calle no está muy lejos. Él volvió la cabeza y había dado un enorme salto, antes de aterrizar en el siguiente árbol. El árbol de сгибалось bajo el peso de la criatura, cuando ya había aterrizado. Luego él volvió la cabeza para mirar a nosotros una vez más. Los dos estábamos muy asustados. Ambos nos rápidamente huyeron. Nos sentamos y hablamos acerca de lo que han visto. Esta criatura, de la cual no se ha visto, y nunca más quería ver."
Traducido del servicio de «Yandex.Traductor»
Noticias originales
It was around 9.30 p.m. on Monday, March 8, 2004, and Steve Nicklin and a friend were “walking across Northicote Farm” when, as they approached an old Tudor-era farmhouse they were shocked to the core by the sight of a diabolical creature that was perched within the branches of a nearby, large pine tree. According to Nicklin, the creature was humanoid in shape, “grayish” in color, and around seven feet in height. But there was more, said Nicklin: “It had two legs and two arms connected to membrane-type wings. Its clawed arms seemed connected to these wings; a bit like a pterosaur.”
Nicklin continued: “It moved its head and looked directly at us, since the moon was full and there were street lights not far away. It turned its head from us, took one giant leap and glided to the next tree. The tree bent under this creature’s weight as it took the impact. It then turned its head to look at us once more. Its gaze felt that it could look into our very being. We both felt quite scared. We both fled quickly. We sat down and discussed what we had seen. It was a creature the like of which we had never seen before, nor want to ever see again.”
Doubtless, all of those that have experienced the weird, winged things of Britain can relate to Steve Nicklin’s final words…
Hipótesis
Investigación
Currículum
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