OVNI. España

Le jeudi 5 Septembre 1968, à 18 heures du soir, un objet volant non identifié est apparu juste au-dessus de la ville de Madrid, la capitale de l’Espagne. Chose inhabituelle, cet OVNI peu commun a paralysé l’une des principales artères de la cité …

Le soleil était sur le point de se coucher quand un mystérieux ballon sphérique, statique et lumineux est apparu. Le temps passant, les automobilistes et les piétons ont commencé à s’amasser au milieu de la Gran Vía, la plus grande rue du centre de Madrid. Quelques minutes plus tard, celle-ci était totalement bloquée.

Progressivement, la foule a sérieusement commencé à s’inquiéter face à ce phénomène paranormal. Ce n’était ni un ballon, ni un satellite. Parfois il se déplaçait, avec de se stopper presque aussitôt sa course.

Selon les témoignages de l’époque, l’OVNI serait disparu au bout de deux heures, c'est-à-dire peu après 20 heures.

Les vents de la haute troposphère et de la basse stratosphère soufflait tantôt à l’Est, tantôt au Sud, tandis que l'objet semblait se déplacer lentement et tranquillement dans la direction opposée :

« Cela donne à penser qu'il avait un mouvement propre, puisqu’il se déplaçait contre le vent. »

Le porte-parole de l’observatoire météorologique locale s’est exprimé sur cette affaire :

« Il s’agit sans aucun doute d’un OVNI. »

Pour lui, il est probable qu’il ne s’agissait pas d’un ballon météo ou de quelque chose de connue. En outre, l’aéroport de Barajas ne l’avait pas repéré sur ses radars ce qui amplifie encore davantage ce mystère vieux de presque 50 ans ...

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Jueves 5 de septiembre de 1968. Son las 6 de la tarde. El sol está a punto de esconderse por el horizonte de la capital cuando un objeto volador no identificado se alza en el cielo. El extraño cuerpo tiene forma de un globo esférico, permanece estático e iluminado. Conforme el tiempo pasa, los conductores y transeúntes madrileños se aglomeran. Nadie sabe de qué se trata. La noche empieza a caer, pero parece imposible retirar la vista del firmamento y el asombro del gentío termina por provocar un gigantesco atasco paraliza Gran Vía.

«–Es un globo.

–No. Es un satélite.

–Se mueve.

–No. Está quieto.

–¿No me dirás que crees en los platillos volantes?

–No. Solo creo en lo que veo».

Comentaron en la redacción de este diario el día del suceso. Desde los ventanales de la antigua sede que daban al Paseo de la Castellana también se veía. Minutos después de las ocho de la tarde, dos horas después del primer avistamiento, el ovni se esfumaba por la Casa de Campo.

Los vientos de la troposfera superior y la baja estratosfera soplaban del este y del sureste respectivamente, mientras que el objeto parecía desplazarse lentamente hasta el sureste. «Ello hace suponer que poseía un movimiento propio, se movía contra el viento o que su altura era mucho mayor», explicaba el redactor de ABC en su crónica.

«Indudablemente se trata de un ovni», declaraba entonces un portavoz del Observatorio de Meteorología. Según su versión no se trataba de un globo meteorológico, ni ningún globo cautivo experimental, ya que los sondeos realizados desde el aeropuerto de Barajas no lo habían detectado. Tampoco dejó un rastro visible para los aparatos de la base de Torrejón de Ardoz. Ni desde Robledo de Chavela se había podido precisar la identidad del objeto. Lo más extraño de todo era que ni tan siquiera el radar de Paracuellos del Jarama había captado la señal de este ovni.