ID | #1603454104 |
Añadido | Vie, 23/10/2020 |
Autor | July N. |
Fuentes | Brian Richards, Australia
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Fenómenos | |
Estado | Estudio
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Datos iniciales
Pauline Coombs (involucrada en otros encuentros bastante extraños) regresó a la granja de una fiesta de disfraces. Ella encontró a su esposo Clinton en estado grave. Me contó lo que pasó.
Mirando por la ventana, vio el auto plateado más extraño que jamás haya pasado por el camino de entrada. Llevaba dos hombres con trajes negros. Uno salió y se acercó a la granja. Parecía estar flotando.
Clinton no abrió la puerta. Sintió que algo estaba mal.
Carol, que vive en una casa de campo cercana a tres minutos a pie de la granja, vio a los visitantes llegar. Pensó en lo extraño que era que la grava no crujía cuando un automóvil se acercaba.
Al tirar la basura a la basura, se sorprendió al encontrar a uno de los hombres de pie junto a ella. Lo vio en la granja hace 20 segundos. Le tomaría al menos tres minutos llegar a su cabaña y, sin embargo, estaba con una piel extraña y cerosa, una frente alta, cabello negro peinado hacia atrás y ojos fríos y sin parpadear.
Preguntó por alguien llamado Pauline. Carol le dijo que no sabía dónde estaba la señora Coombs y se volvió hacia la puerta. Lo siguiente que notó fue que el hombre se había ido o había desaparecido. Pero en ese mismo instante, se encontró en un automóvil que se movía por la carretera.
Pero luego sucedió un evento aún más inexplicable: la novia de Pauline, Rose, muy molesta, llamó desde su hotel, al Norte de Broad Haven . Su hija Anna, una estudiante universitaria, estaba sola en el hotel. Miró por la ventana y vio un enorme auto plateado frente al hotel. Pero ¿por qué no lo escuchó en el ruidoso camino de grava?
En el auto había dos hombres, y lo que más asustaba a Anna era su apariencia. Su descripción de lo que vino al hotel fue la misma que la de Carol. Le preguntó a su madre y cuándo volvería.
Después de eso, se fueron y parecían disolverse en el aire, ya que nadie los vio salir del camino de entrada.
Noticias originales
Location: Near Dale, Pembrokeshire, Wales
Date: June 1977
Time: late afternoon
Summary: Pauline Coombs (involved in other, rather bizarre encounters) had returned to the farm from a fancy dress party. She had found her husband, Clinton, in a distressed condition. He related what had happened. Looking out of the window he had seen the strangest silver car ever, come up the driveway. In it were two men in black suits. One got out and approached the farm. He seemed to float along. Clinton wouldn’t answer the door. He felt something was wrong. Carol, living in the adjacent cottage three minutes walk from the farm had seen the visitors arrive. She thought how strange there was no scrunching of the gravel when the car drove up. As she put some rubbish into her dustbin, she was shocked to find one of the men standing next to her. She had seen him at the farm only 20 seconds before. It would have taken at least three minutes to get to her cottage, and yet there he was with a strange waxy skin, high forehead and sleeked back black hair—and cold unblinking eyes. He had asked for Pauline by name. Carol told him she did not know where Mrs. Coombs was and turned to in doors. Next thing the man was gone, vanished. But there he was in the same instant back in the car moving up the drive. But then an even more inexplicable thing happened, Pauline’s friend, Rosa, highly distressed called from her hotel, north of Broad Haven. Her daughter Anna, a university student was alone at the hotel. She had looked out of the window to see an enormous silver car in front of the hotel. But why hadn’t she heard it on the noisy gravel drive. Two men were in the car and it was their physical appearance that frightened Anna the most. Her description of the one that came to the hotel was the same as Carol’s. He had asked for her mother and when would she be back. After that they left and seemed to vanish into thin air as nobody saw them come out of the driveway.
Source: Brian Richards, Australia
Hipótesis
Investigación
Currículum
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