Fuego errante. Puerto Rico

Un testigo que en ese momento sufría de una enfermedad ósea debilitante y estaba postrado en cama. Estaba en mi habitación una noche cuando la habitación de repente se inundó de luz dorada. 

Las Fuentes de luz eran varias bolas de luz del Tamaño de una pelota de baloncesto que flotaban dentro de la habitación. 

De repente, escuchó una voz en su cabeza que le dijo que mantuviera la calma. Luego, las bolas de luz se transformaron en dos humanoides de cuatro pies ()1,2 m, de color gris pálido a blanco con grandes cabezas en forma de huevo y enormes ojos negros en forma de almendra. 

Eran delgados, con brazos y dedos largos y delgados. Ambos llevaban cascos metálicos y túnicas blancas. De repente, un testigo se encontró parado entre dos humanoides, y momentos después se sentó dentro de una pequeña nave de forma ovalada hecha de un material transparente similar al vidrio. 

Se sentó en un asiento de metal plateado que sobresalía de la pared. Luego, una de las criaturas se puso un casco de metal sobre un testigo que sintió que el objeto se había levantado y acelerado. 

Ahora podía ver las partes superiores de las casas, y más tarde vio la tierra debajo de él y una península que se asemejaba a Italia. 

Más tarde, el objeto regresó y aparentemente descendió a las aguas cerca de la costa de Mayagüez de puerto rico. Luego, el testigo fue colocado en una enorme instalación submarina. Lo obligaron a acostarse sobre una mesa de metal y le dieron un líquido de sabor macabro de color amarillo. En las paredes, vio una tabla de metal que representa una pirámide y otros símbolos. 

Más tarde, varias criaturas realizaron varios estudios sobre él, incluida la recolección de muestras de saliva y esperma. En un momento dado, una de las criaturas se volvió translúcida y de alguna manera se fusionó con el cuerpo del testigo. El testigo finalmente fue llevado a casa. 

Finalmente se recuperó de la enfermedad y ahora está casi completamente curado.