| ID | #1609692368 |
| Añadido | Dom, 03/01/2021 |
| Autor | July N. |
| Fuentes | Barry Chamish, Return of The Giants
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| Fenómenos | |
| Estado | Estudio
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Datos iniciales
Batya Shimon, quien participó en dos enfrentamientos similares anteriores, despertó una fuerte luz desde la ventana de la cocina.
Al mirar, vio un gran objeto en forma de hongo con una puerta limpia que se acercaba desde el cielo. La luz se dirigió hacia su hombro y fue como un fuerte golpe.
Su siguiente recuerdo fue cuando se acostó en la cama nuevamente y vio a un humanoide alto agitar lentamente su mano sobre la cabeza de su esposo. Él telepáticamente le dijo que se calmara. Le dijo que no estaban aquí para hacerle daño.
Mientras el visitante estaba en el dormitorio, el otro inspeccionó el resto de la casa, no tanto a pie como en posición vertical: sus piernas no se movían.
Su rostro estaba cubierto de una fina neblina que ocultaba un poco los detalles, pero batya reconoció en ambos humanoides la misma raza de invitados que había visto antes. Sin embargo, esta vez notó más detalles. Sus manos eran humanas, pero su piel era tan clara como la de los albinos. Su ropa también era blanca ,pero " brillaban como el neón y se ajustaban.
De repente, un segundo visitante apareció frente a la puerta de su habitación, justo en la habitación de su hijo. Hizo un gesto invitando a su compañero a echar un vistazo a lo que había encontrado.
La primera criatura nadó en la habitación del niño y ambos miraron fijamente su acuario. La visita duró solo un par de minutos, cuando la luz penetró en la ventana de la cocina y se disolvieron en ella.
A la mañana siguiente, todas las puertas se abrieron de nuevo y se encontró material similar a la arena (encontrado anteriormente),
Noticias originales
Date: end of May 1993
Location: Rishon le Tzion Israel
Time: 0300A
Summary: A strong light awakened Batya Shimon, involved in two previous similar encounters, from the kitchen window. Looking out, she saw a large mushroom-shaped object with a clear door, approaching from the sky. The light was directed at her shoulder and it felt like a strong punch. Her next memory was of being back in bed watching a tall humanoid wave his hand slowly above her husband’s head. He telepathically told her to calm down. He told her they were not here to harm her. While the visitor was in the bedroom, another was touring the rest of the house, not so much on foot as floating upright—his legs did not move.
His face was covered in a thin haze that obscured the details somewhat, but Batya recognized both humanoids as the same race of guests that she had seen previously. This time, however, she noted more details. Their hands were human, but their skin was as light as an albino’s. Their clothes were also white but they “shone like neon and were skin-tight.” Suddenly the second visitor appeared opposite her bedroom door, just inside her son’s bedroom. He gestured his comrade to come and have a look at what he had found. The first being floated to the boy’s room and both stared transfixed at the boy’s aquarium. The visit lasted just a couple of minutes when a light shone through the kitchen window and they disappeared into it. The next morning all the doors were again opened and a sand-like material (previously found), this time described as smelling like sulfur, was spread over the shelves.
Source: Barry Chamish, Return of The Giants
Hipótesis
Investigación
Currículum
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