| ID | #1674396262 |
| Añadido | Dom, 22/01/2023 |
| Autor | July N. |
| Fuentes | |
| Fenómenos | |
| Estado | Caso
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Datos iniciales
México: Ovnis en Jocotitlán-Cerro Chocotepetl y varios milpa (campo de maíz)
Universidad Autónoma del estado de México - Cancillería
Oficina de identidad universitaria - colegio de cronistas
Autor: CP Carlos Chimal Cardoso
Cronista del campus de la Universidad de Altaculco (2017)
Era 1994 cuando yo trabajaba como Secretario de la ciudad del honorable. Municipio De Jocotitlán, México. Un día de septiembre, antes de salir de mi casa, recibí una llamada de mi amigo Jesús Arciniega López, quien me dijo que algo había sucedido en su propiedad, ubicada a lo largo de la carretera a los reyes, a este lado del barrio de el progreso, yo era un acompañante.
Como su casa está cerca de las Fuentes, fui a él, dejando algunas instrucciones en este Ayuntamiento para resolver los problemas pendientes. Me recibió con un poco de nerviosismo y nos dirigimos a dicho lugar.
Al llegar a milpa, donde nos recibió un patrullero con un comandante y varios policías, todo parecía normal, ya que el maíz tenía buenas cáscaras, tallos fuertes y un color verde seguro. Salimos del auto y fuimos recibidos por lugareños que nos dijeron que el problema estaba dentro de un campo de maíz.
Todos entramos, asombrados por el espectáculo: había un círculo de maíz perfectamente nivelado con varias "calles" divergentes, tal vez cuatro o cinco de ellas con las mismas características. Discutimos con los presentes qué pudo haber causado la situación.
Los lugareños que vivían cerca observaron que en las primeras horas de la mañana escucharon un ruido similar al de un avión; cuando miraron por sus ventanas, vieron una luz brillante y poderosa que descendía, que finalmente se elevó lentamente, y cuando alcanzó cierta altura, se escuchó un fuerte sonido. La luz subió al cielo. No se proporcionaron más detalles, ya que el misterioso objeto era la fuente del miedo que mantenía a las personas en casa hasta el amanecer.
Cuando llegaron al lugar, no había nada extraño, pero había un Inquisidor inevitable que decidió ir al campo de maíz y vio lo que se había descrito anteriormente. Desde ese momento y hasta las 10 de la mañana, hora de nuestra llegada, todos los vecinos y lugareños que pasaban entraban en milpa sin encontrar explicación.
Mirando con más detalle, al inspeccionar el lugar, ninguno de los presentes, y había al menos cincuenta personas, podía adivinar lo que había sucedido. Todo lo que pudimos ver era maíz tendido como si hubiera sido soplado por un poderoso huracán. Fuera de este espacio, los tallos de maíz permanecieron erectos. En otras palabras, no había tallos semi aplanados o inclinados.
Algunos dijeron que podría haber sido un helicóptero; otros hablaron de una broma creada con un arnés de bueyes o un tractor, pero ninguna de estas teorías funcionó porque no pudimos explicar cómo podrían haber entrado en el corazón de milp sin dejar rastro.
Investigamos durante casi dos horas, midiendo, analizando, pero sin sacar conclusiones; además, no había rastros de quemaduras ni líquidos derramados, solo los tallos de maíz estaban Nivelados en medio de la milpa.
Se tomó la decisión de acudir a un perito y salimos del lugar pidiendo a Jesús Arciniega y a los vecinos estar atentos durante todo el día.
Al regresar al Ayuntamiento, me dijeron que a primera hora de la mañana se habían visto Ovnis en Metepec y otras partes del estado, y que incluso se habían registrado algunos de ellos. Desde ese momento, hemos seguido de cerca las noticias.
Me puse en contacto por Teléfono con la Secretaría de gobernación en Toluca para informar sobre el hecho y solicitar que se envíe un perito para su consulta. Después de un tiempo, nos informaron que un investigador OVNI que afirmaba haber estado en contacto con extraterrestres llegaría a Metepec y se le pediría que visitara Jocotitlán para analizar el caso.
Entre los comentarios comunes estaba el hecho de que en muchos casos los barcos descendían al Monte Shockotepetl y podrían confundirse con aviones, ya que Jocotitlán está en camino a la ciudad de México, utilizando la montaña como punto de referencia antes de comenzar el descenso.
También dijeron que [estas luces] se detienen en el aire como si buscaran el lugar correcto y luego continúan aterrizando. Después de un cierto período de tiempo, que puede ser de hasta dos horas, las luces se elevaron y se fueron más allá del horizonte. Incluso hubo alguien que afirmó conocer a alguien que los vio "a ellos" en la montaña, que sabía dónde aterrizaban, que recogieron la vegetación de la montaña, subieron al auto nuevamente, cerraron la escotilla y despegaron. Obviamente, nunca pudimos contactar a ese testigo.
Al final, todos decían: lo escuché de eso, lo escuché de eso, lo escuché en el comedor, mi abuelo me lo contó, pero nadie pudo proporcionar nombres y detalles para confirmar el evento.
Curiosamente, desde ese día estudié cuidadosamente la montaña en noches claras y vi las luces que se perdían en la gran montaña Sagrada de Engemor, ya sea en las Gargantas o en las densas copas de los árboles. Por lo tanto, no pude establecer los lugares de aterrizaje exactos o, mucho menos, averiguar qué estaban haciendo. Sin embargo, creo que hay personas que saben más y no quieren discutirlo.
Pero volviendo al incidente de 1994, esperamos pacientemente al explorador OVNI hasta las ocho de la noche sin ninguna alegría. Justo cuando estábamos a punto de salir, un patrullero informó por Radio que tres camionetas Suburbanas se estaban subiendo hacia la Tenería. Salimos de los autos y esperamos, y poco después salieron unas doce personas de los autos. Nos presentaron a un investigador OVNI que era muy arrogante y casi no nos hablaba. Nos pidió que le diéramos la ubicación exacta.
El aumento de la actividad llevó a los lugareños a reaparecer, y al entrar en el campo de maíz, parecíamos un ejército. Los recién llegados, incapaces de trabajar, sugirieron que había radiación peligrosa para los humanos en milpa y pidieron a los residentes locales que se retiraran. Le pedí a la policía que cumpliera con esta solicitud, lo que no fue posible en un área de cinco hectáreas, ya que como algunas fueron removidas, otras entraron por otro agujero.
El investigador OVNI ordenó recolectar muestras de todo: hojas, tallos, plantas enteras, Suelo, hierba, ramas de árboles circundantes e incluso rocas. Comenzó a preguntar a los lugareños sobre lo que habían visto, y repitieron lo que ya se había dicho, pero las preguntas hechas por su personal fueron tan insistentes y perspicaces que algunos locales comenzaron a decir que realmente habían presenciado el aterrizaje de la nave espacial, que algunos aparecieron criaturas muy extrañas, delgadas y de cara larga, tomadas de las variedades culturales de milpa y sus alrededores. Me sorprendió esto ya que nadie lo había mencionado antes.
Después de un análisis exhaustivo de dos horas del grupo que llegó, que reunió todo lo que consideraron importante para determinar lo que sucedió, abordaron sus camionetas. El investigador OVNI me dijo que estaba convencido, sobre la base de la evidencia, de que el OVNI había aterrizado en este lugar, ya que estaba recolectando casos similares en otros lugares de la República, y que el gobierno del estado nos proporcionaría los resultados de cualquier prueba de laboratorio. . Nos dejaron como vinieron, con preguntas sin respuesta.
Pasaron los días y algunas plantas de maíz se recuperaron y se volvieron erectas; la mayoría se pudrió con las lluvias que siguieron. Durante la cosecha, Jesús Arciniega me preguntó si tenía noticias, a lo que respondí negativamente. ¿Qué voy a hacer? Preguntó. "Recoge la mayor cantidad de maíz posible y comienza a preparar el Suelo para el próximo ciclo agrícola", le respondí.
El año ha terminado y ni el Ayuntamiento ni yo recibimos ninguna noticia del análisis del investigador OVNI. Además, el gobierno estatal no sabía nada en absoluto. Dijeron que las pruebas de los materiales recolectados aún se estaban llevando a cabo y que estaban asombrados por lo que encontraron, pero nos quedamos en suspenso.
Veinte años después de este evento, no hubo respuesta. Pero el hecho de que hayamos visto algo extraño y difícil de explicar es innegable. Estamos seguros de que la mano del hombre no estuvo involucrada en esto. Además, por la noche, todavía se pueden ver objetos voladores; con una luz poderosa que no sea un avión. Estas luces aterrizan en las montañas y vuelven a despegar, pero nadie ha podido explicar estos eventos.
Para aquellos de ustedes que me leen hoy, si esta historia capta su atención, los invito a visitar el Monte Shokotepetl para ver el cielo en una noche clara. Estoy seguro de que verán estas extrañas luces y se preguntarán, como yo, si otro mundo realmente nos está observando, si es cierto que somos visitados por seres de otros mundos. Tal vez me ayudes a desentrañar este misterio que comparto con algunos lugareños de Jocotitlán.
Bienvenido, y como dicen mis compatriotas, cualquiera que encuentre una base de acción de criaturas extrañas puede terminar viajando a un lugar mucho más allá de la Luna, y cuando regresen, nos lo contarán. Harán que esta comunidad sea aún más conocida. A todos los que levanten la mano se les dará más información sobre el desierto del Monte Shokotepetl.
Noticias originales
Mexico: A Hitherto Unknown CE-2
UFOs IN JOCOTITLAN - Cerro Xocotepetl and some milpa (maize field)
Autonomous University of Mexico State - Office of the Chancellor
Office of University Identity - College of Chroniclers
Authored by C.P. Carlos Chimal Cardoso
Chronicler of the UAEM Altacomulco University Campus (2017)
It was the year 1994. when I worked as the Town Clerk of the Hon. Township of Jocotitlán, Mexico. One day in September, before leaving my home, I received a call from my friend Jesús Arciniega Lopez, who told me that something had happened on his property located along the road to Los Reyes, this side of the El Progreso district, but that he would only go and take a look if I was the accompanying authority.
Since his house is near the wellsprings, I headed off to see him, leaving some instructions at that Town Hall to deal with pending matters. He welcomed me with a certain degree of nervousness and we went off to the place in question.
Upon reaching milpa, where we were met by a squad car with the commander and some policemen, everything looked normal, as the corn had good husks, strong stems and a prosperous green color. We got out of the car and were met by some locals, who told us that the problem was inside the maize field.
We all went inside, startled at the sight: there was a circle of perfectly flattened corn with some 'streets' radiating to the sides, perhaps four or five of them with the same characteristics. We deliberated with those present as to what could have caused the situation.
The locals living nearby remarked in the early morning hours they had heard a noise like that of an airplane; when they looked through their windows, they saw a bright, powerful light descending, which eventually ascended slowly, and when it reached a certain altitude, a loud sound was heard. The light rose into the heavens. No further details were provided, as the mysterious object was a source of fear that kept people indoors until daybreak.
There was nothing strange when they reached the site, but there was the inevitable curiosity-seeker who decided to venture into the maize field and saw what was described earlier. Since that time, and until 10 a.m., which was the time of our arrival, all passing neighbors and locals had entered the milpa without finding an explanation.
Being more detailed-oriented, upon reconnoitering the site, no one present - and let me tell you, there were at least fifty people there - could guess what had happened. All we could see was the corn lying down as if blown down by a powerful wild. Beyond this space, the stalks of maize remained erect. In other words, there were no semi-flattened or tilted stalks.
Some said it could have been a helicopter; others said a prank created with a team of oxen or a tractor, but none of these theories worked, because we could not explain how they could enter the heart of the milpa without leaving traces.
We explored for nearly two hours, measuring, analyzing without reaching conclusions; furthermore, there were no sign of burns, or any liquids poured, only the maize stalks lying flat in the middle of the milpa.
A decision was made to consult an expert, and we left the scene, asking Jesús Arciniega and the neighbors to be watchful throughout the day.
Upon returning to the town hall, I was told that in the early morning hours there had been UFO sightings in Metepec and other parts of the state, and that some of these had even been recorded. From that moment on, we kept a watchful eye on the news.
I reached out by phone to the Secretariat of the Interior in Toluca to report the event, asking them to send out an expert to advise us. A while later we were told that a UFO researcher who claimed to be in contact with space aliens was scheduled to arrive in Metepec, and he would be asked to visit Jocotitlán to analyze the case.
Among the comments circulated was the fact that on many occasions, craft had been seen descending on Mt. Xocotepetl, and these could be mistaken for airplanes, as Jocotitlán is on the route to Mexico City, using the mountain as a point of reference before initiating descent.
They also said that [these lights] stop in mid-air, as if looking for the right spot, and then proceed to land. After a given period of time, which could be up to two hours, the lights would ascend and move off to the horizon. There was even someone who claimed to know someone who had seen 'them' on the mountain, who knew where they landed, that they collected vegetation from the mountain, boarded their vehicle again, closed the hatch and took off. Obviously, we never managed to contact this witness.
In the end, everyone would say: I heard it from this one, I heard it from that one, I heard about it at the cantina, my granddaddy told me about it, but no one was able to provide names and specifics to confirm the event.
Oddly, since that day, I have studied the mountain closely on clear nights and have seen lights that lose themselves in the great sacred mountain of Enguemore, whether down the canyons or in the dense tree canopy. Therefore, I have not been able to ascertain the exact landing sites or much less find out what they are doing. However, I think there are people who know more and are unwilling to discuss it.
But going back to the 1994 incident, we waited patiently for the UFO researcher until eight p.m. with no joy. Just as we were getting ready to leave, a squad car radioed to say that three Suburban trucks were ascending toward La Tenería. We got out of our vehicles and waited, and a short while later, around twelve individuals emerged from their conveyances. We were introduced to the UFO researcher, who was very haughty and barely spoke to us. He asked us to direct him to the precise location.
The flurry of activity prompted the locals to reappear, and upon entering the maize field, we looked like an army. The new arrivals, unable to their work, suggested that there was radiation in the milpa, a hazard to humans, and asked the locals to withdraw. I asked the police to enforce this request, which was impossible in a five hectare milpa, since as some were removed, others would get in through another opening.
The UFO researcher ordered that samples be collected of everything - leaves, stems, entire plants, soil, grass, branches from surrounding trees and even stones. He began quizzing the locals about what they had seen, and they repeated what has already been said, but the questions posed by his staff were so insistent and astute that some locals began saying that they had indeed witnessed the landing of a spaceship, that some very strange, skinny and long-faced creatures had emerged, that they had taken cultivars from the milpa and its surroundings. I was stunned by this, since no one had mentioned it before.
At the end of a two-hour-long exhaustive analysis by the arriving team, who collected everything they deemed important to determine what had happened, they boarded their pickup trucks. The UFO researcher told me that he was convinced - based on the evidence - that a UFO had landed on the site, as he had gathered similar cases elsewhere in the Republic, and that the State Government would provide us with the results of any laboratory tests. They left us as they arrived, filled with unanswered questions.
Days went by and some of corn plants recovered, becoming erect; most of them rotted with the subsequent rainstorms. At harvest time, Jesús Arciniega asked me if I had any news, to which I responded in the negative. So what should I do? He asked. Harvest as much corn as you can and start getting the soil ready for the next agricultural cycle, I replied.
The year ended and neither the Town Hall nor myself received any news whatsoever from the UFO researcher's analysis. What's more, the State Government knew nothing at all. They said that tests were still being performed on the collected materials and that they were startled by what they were discovering, but we remained on tenterhooks.
Twenty years have elapsed since this event without any response. But the fact that we saw something strange and hard to explain is undeniable. We are certain that the hand of man was not involved in it. What's more, flying objects are still being seen at night; with a powerful light different from that of aircraft. These lights land in the mountain and take off again, but no one has been able to explain these events.
To those of you reading me today, if this story captures your attention, you are invited to visit Mount Xocotepetl to see the sky on a clear night. I'm certain that you will see those strange lights and will wonder, as do I, if another world is in fact watching us, whether it is true that beings from other worlds are visiting us. Perhaps you can help me unravel this mystery, which I share with some local residents of Jocotitlán.
You are all welcome, and as my countrymen say, he who finds the base of operations of the strange creatures may find himself traveling to a place far beyond the moon, and upon their return, tell us about it. They would make this community even more famous. Anyone willing to raise their hand will be given more precise details on the wilderness of Mount Xocotepetl.
[Translation (c) 2023 Scott Corrales, IHU/INEXPLICATA with thanks to Carlos Chimal Cardoso]
Hipótesis
Investigación
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