Añadido | Lun, 19/09/2022 |
Источники | |
Дата публикации | Lun, 19/09/2022
|
Версии |
El 21 de agosto de 1986, se produjo una tragedia en Camerún: el lago Nyos explotó, matando a 1.746 personas y miles de animales salvajes a kilómetros de distancia. La erupción fue causada por la emisión de un gas mortal que, durante cientos de años, se liberó del manto de la Tierra y se acumuló en el fondo del lago.
Un colapso en el lago, un deslizamiento de tierra o actividad volcánica pueden haber provocado esta situación, ya que la repentina perturbación del lago contribuyó a la emisión de 1,24 millones de toneladas de dióxido de carbono. La liberación catastrófica asfixió a las personas cercanas, ya que este gas causa asfixia debido a la hipoxia (falta de oxígeno). En concentraciones tan altas, el dióxido de carbono es capaz de negar la oportunidad de respirar.
Los sobrevivientes de este desastre cuentan cómo se escuchó el estruendo y las salpicaduras espumosas se elevaron cientos de metros en el aire. Una ráfaga de viento barrió casas en un pueblo local. El gas mató a miles de personas, animales salvajes y ganado, y se formó una enorme nube blanca sobre el agua.
Desafortunadamente, la destrucción no se detuvo allí. La pesada nube se hundió en el valle y llegó a las localidades cercanas, ubicadas a 25 kilómetros del lugar de la explosión, causando asfixia y muerte. Solo aquellos que estaban en una colina pudieron evitarlo.
Desesperados por comprender cómo podría haber ocurrido tal tragedia, científicos de todo el mundo unieron fuerzas en Camerún para realizar investigaciones en el lago del Cráter. Descubrieron que Nios, junto con otro lago de Cráter cercano, son inusuales porque contienen capas ricas en dióxido de carbono en el fondo. Esto sugiere que incluso ahora hay una fuga continua en el agua.
Ahora, los geólogos saben que la línea volcánica de Camerún alberga 43 lagos de cráteres profundos como este, cada uno de los cuales podría contener volúmenes letales de gas tóxico. En otras partes del mundo, se pueden encontrar lagos similares en Italia, Tanzania y en la frontera con Ruanda.
El agua con su peso frenó una enorme burbuja de gas hasta que el dióxido de carbono se liberó repentinamente en la superficie del lago. Una explosión similar ocurrió en el lago Manun dos años antes del desastre de 1986, aunque no de esta magnitud.
Según los expertos, los lagos se pueden controlar con tuberías que permiten una descarga lenta de gas a la atmósfera. Sin embargo, los científicos temen que esto no sea suficiente para prevenir futuros desastres.
En un artículo publicado en the Conversation, el científico Henry Nguegnyam Bang, de la Universidad de Bournemouth, compartió las preocupaciones de que se esté gestando un desastre similar en el lago Cook, también ubicado en Camerún. Sus aguas de azul se convirtieron en un rojo tenue, como se observó en el lago Nyos antes de la explosión.
Para evitar un desastre similar en el futuro, Bang recomienda verificar una vez más la mayoría de los cuerpos de agua que se encuentran sobre la línea volcánica de Camerún.
Новости со схожими версиями
Inicie sesión o regístrese para comentar