Una criatura de las leyendas corsas resultó ser una nueva especie de gato

Durante mucho tiempo, los científicos han creído que el misterioso "gato zorro" de Córcega es un descendiente de gatos domésticos salvajes. Pero ahora los genetistas han descubierto que es una especie separada de gatos.

Los pastores de la Córcega francesa han estado hablando durante años sobre el esquivo "gato zorro", un animal misterioso que se esconde en los densos bosques de montaña durante el día y desciende a los valles por la noche para atacar corderos débiles o tomar leche de ovejas y cabras. . Sin embargo, los científicos consideraron a estos animales solo gatos domésticos salvajes y no les prestaron mucha atención.

No fue hasta 2008 que uno de estos animales fue capturado después de ingresar a un gallinero, lo que les dio a los científicos la oportunidad de tomar muestras de tejido y medir al extraño gato. El "cuento del pastor" resultó ser bastante real, y ahora, después de recibir los resultados del análisis genético, la oficina Francesa de biodiversidad (OFB) ha reconocido a estos gatos como una especie separada.

Los resultados del análisis genético mostraron claramente que los gatos salvajes corsos difieren no solo de los gatos del bosque, sino también de los gatos domésticos de Córcega, Cerdeña y el continente. En otras palabras, no estamos ante una población insular de gatos forestales ni descendientes salvajes de gatos domésticos, sino un linaje genético único, cuyo origen y estado taxonómico exacto aún no se han aclarado.

Los investigadores ahora planean estudiar con más detalle la distribución y el comportamiento de los gatos corsos, así como recolectar muestras adicionales para estudiar y equipar a los animales capturados con collares GPS para rastrear sus movimientos. Afortunadamente, los gatos salvajes difieren significativamente de los domésticos por su Tamaño sólido (hasta 90 centímetros de la cabeza a la cola), su pelaje grueso y sedoso y la inusual punta negra de la cola. Así que distinguirla de otros gatos no es difícil.

El descubrimiento de una nueva y única población de gatos salvajes en una isla tan bien estudiada como Córcega es un evento increíble que demuestra la posibilidad de preservar especies animales inusuales literalmente debajo de las narices de los humanos.